Steven Klein y Digital Domain, empresa dedida a los efectos especiales hollywoodienses, han creado el anuncio para «Fame» el perfume de Lady Gaga.
El proyecto no se trata de un simple anuncio, sino de un corto de 6 minutos de duración donde la cuidadosa fotografía y los guiños a la pintura surrealista de Dalí están presentes.
El anuncio representa una lucha contra su alter ego en un atmósfera caracterizada por la ausencia de música donde solo podremos oir un leve fragmento de «Scheiße», uno de los temas de la artista.
De la mano de Klein, Lady Gaga se convierte en un Gulliver moderno y fetichista con diminutos musculados rodeando todo su cuerpo.
Con una producción impresionante y una dirección artística magistral, es un claro ejemplo de cómo la publicidad se eleva al nivel del arte.
Odisea*Urbana 